Causatus Mentis

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άρθρο

In πόλη on 29 29America/Mexico_City enero 29America/Mexico_City 2014 at 9:25 PM

Lugar de reuniones, encuentros, desencuentros y desencantos, intromisiones y sorpresas. Espacio formado por la ansiedad de muchos, por el deseo de ser más o por solo ser más quienes estamos reunidos. Lugar de idealistas que conforman un lugar sin forma ni límites que pretendemos regular pero sin dejar de crear sorpresas.

Sorpresas maravillosas que me hacen llenar de sentimientos y recuerdos, pensamientos de urbanistas sin derechos universitarios, que conformaron barrios y callejas,  cerradas y escondrijos, avenidas y calzadas, espacios en donde la naturaleza no se dejó vencer por la imposición de la traza, y se reserva para hacernos entender que ahí estaba, que si la traza se modificó, no fue un capricho propio, sino la sabia decisión de alguien, que entendió que con ella debía convivir y adecuarse a sus bondades, sin saber quizás que a futuro nos regalaría lugares y rincones que serían los que más profundo se grabarían en nuestras mentes y corazones.

Maravilloso lugar en el cual reminiscencias quedan, de las ideas anteriores de los adoratorios de edificios que parecían de plata de regular y vencer el medio de sobreponerse siendo amable de convivir en plazas niveladas de vivir en un espacio con mercaderes y altares, con templos e ideas, con espacios públicos y privados,  espacios que lograban hacernos sentir pequeños o inmensos y poderosos, lugares de ideas y pensamientos de religiones y fe de convivencia sin fin y pasos de aquellos que iniciaron aventuras de pensamiento de carne, de ideas, de filosofía y entendimiento en ellas.

Espacios ideales, tan ideales que le permiten a una persona ser su rincón perfecto y a otra el lugar más inhóspito.

Maravilla de la percepción, de mi andar, de mi andar a tu lado, de la felicidad de re andar aquellos pasos que pretendía iluso conocer, para descubrir que andarlos contigo las hace ….  solo los hace!!!

Andar las calles que a tu lado se iluminan, o surgen penumbras en las cuales quisiera compartirte, vislumbrarte en ellas juntos, descubrir, encontrar las plazas, las intersecciones,  los jardines y arriates; los tránsitos comunes que me permito en ocasiones evadir a paso veloz, pues me parecen familiarmente incomodos;  y apurar el sabor de la ciudad, del centro histórico de cualquiera que esta sea.  Apreciar el comportamiento de la arquitectura, pieza fundamental de este gran rompecabezas que nos encargamos poco a poco de armar y formar, o mal formar dependiendo de nuestro estado de ánimo, y conocimiento o participación,  de ver y valorar, de compartir por sobretodo nuestras experiencias, lugar de híper realidades que se vislumbran plasmadas en sus muros y calles, en los anuncios y publicidades, en la inserción que rehace las volumetrías del contexto, que nos hacer descubrir un perfil nuevo de aquello que conocemos perfilado,  mas estamos condicionados a todo y a nadie para disfrutarla, mientras unos quieren dominarla, otros disfrutarla, mientras unos incrementarla quieren, otros densificarla, mientras otros protegerla ( sin saber a ciencia cierta lo que esto signifique), otros imponerla.

Mientras unos plasmarla y desmostarla como ciudad nueva, llena de ideas que le permitan mostrarse como reto de vanguardias, otros acallan las voces  pidiendo sus tradiciones respeten, con lenguajes y acciones, con sus secuencias y funciones. Con sus ritmos y reacciones.

Que es aquello tan fuerte que siembras en mí que busco repetirte en cada camino que te comparo y te busco, como no hacer que mis paseos sean completos si no te dibujo, si no busco una de tus partes y te imagino, como no abordar alguna de las terrazas, que conformadas por tus plazas me dan resguardo, me cobijan y abrazan pero me permiten filtrar la mirada, y apoyado en el mobiliario, disponerme a un rato de diálogo en el cual tu posas y me miras, y yo me pierdo en tu conjunto adivinando la composición de lo no visto, para representar un detalle de lo que me encanta; o por la arquitectura que te conforma en piezas y fragmentos, formando manzanas y calles conformando la proporción de los espacios fríos y cálidos, rematados de forma franca o insinuando un final que no aparece.  Son todos estos pasos mágicos, y recorridos sin fin, los que nos hacen añorar magias y sentimientos, encuentro y detalles, son como descubrir en un juego interminable, a alguien que añoras conocer por completo,  y te maravillas pues siempre es distinta, conservándose la misma. Es sol, reflejo o penumbra, es descubrirte distinta  a los ojos de alguien más, es estar enamorado de vivirla y compartir  que hace de la ciudad, magia.

Espacio maravilloso que nos permite ser solo voyeurs, o contemplar que se acalla, para darnos la libertad de creer, que podemos solo ser partícipes visuales. Sin saber que somos ella!, pues forma parte de ésta acción intelectual y llena de sentimientos que nos hace verterlos en ella, que somos una simbiosis tan poderosa, que aprendemos a respetarnos y faltarnos al respeto de vez en vez, dejándonos creer que no nos han afectado todas nuestras acciones mutuas. Mintiéndonos, alegrándonos, arrepintiéndonos, valorándonos, perdonándonos.

Sabiendo que hay momentos, en que a pesar de todo lo vivido puedo caminar, apurar el paso detenerme para redescubrir un rincón una vista, apreciar la caricia de un tono de luz de sol que no me había permitido ver en alguna ocasión, o más bien permitir a mis sentidos por el gusto de encontrarte, descubrir que es la luz que no me había permitido ver y ahora puedo por el gusto que me da descubrirte en un plaza, en el frio, en la lluvia, esperando… Descubrirte iniciando tu camino, llegando a una plaza o una calle, iniciando el más importante de tus recorridos el de hoy!,  pues hoy te vi,  y aun cuando sea tu camino de siempre, hoy es especial pues me permito compartir tu mirada, tu voz, tu andar, tu sigilo y alegría. Hoy es especial,  porque hoy, me permito descubrirte tan bella, como siempre, pero con un brillo  en ti, porque hoy me permites una vez más andar contigo y descubrir lo que en mi mente conocía,  pero hoy con el corazón conoceré.

Es a ti que las gracias doy, pues sin ellas, tus calles, sonidos, olores; sin mi mirada, te descubro pues me encuentro embebido en ti y a mis sentidos permito y afino para poner que a ti descubran,  que me guíen a ese lugar al que quiero conducirnos, mas no ubico en realidad , permitiendo a nuestros pasos guiarnos, hasta encontrar un momento adecuado para seguir disfrutando este andar, el camino, la simbiosis y esta extraordinaria relación con  la ciudad.

>Cilhac