Durante toda nuestra existencia experimentamos un sinnúmero de eventos día a día con lapsos cortos o largos de duración, siendo estos de una gran variedad y diversidad. Tal vez algunos eventos de gratos recuerdos otros de amargas experiencias y tal vez unos de sufrimientos físicos o mentales de los cuales no queremos ni recordar, no obstante todos ellos en conjunto vienen a establecer una visión del modus vivendi que hemos tenido en el transcurso de nuestra vida en este planeta.
Por supuesto que algunos de estos eventos han sido de suma importancia en nuestras vidas como por ejemplo el punto de arranque que fue el día de nuestro nacimiento un evento sin igual, aunque aún vivíamos en la inconsciencia (hay quienes si ven y recuerdan alguna imagen y sonido en el primer contacto con el mund), otro evento muy importante es la niñez donde se vive la etapa de aprendizaje, a detectar y conocer el mundo que nos rodea; el hermoso evento de la adolescencia, que es el despertar de nuestros sentidos así como nuestro sistema reproductor, tal vez el evento del enamoramiento del cual podríamos escribir todo un tratado por sus diferentes facetas, y así sucesivamente cada uno de nosotros pudiera engrosar la lista de eventos primordiales en su vida, buenos y malos; pues bien, estamos en vísperas de un evento que conmemora a nuestros muertos o difuntos, evento que sin duda el hombre desde todos los tiempos ha celebrado con rituales muy especiales y características muy peculiares de cada pueblo o país.
Viene a colación la picardía del pueblo mexicano de reírse hasta de la muerte formulando versos chuscos y lúdicos que conforman las famosas calaverítas, que para muestra basta un botón y aquí le dedicó unos versos muy sencillos a «Causatus Mentís» a su promotora envolviendo el tema en un evento de su inicio laboral.
Causatus mentís ya busca la caláca juguetona no para leer sus notas sólo pa'cargarse a su patrona. Le han dicho que trabaja entre rosa Venus y amarilla buscará con diligencia encontrarla en su silla. Hay de aquel que me oculte y me de otra dirección no importa que me vaya en el metro y en camión. Rosa verde al fin ya dio con su nuevo trabajito de aquí no se me escapa aunque me tarde un poquito. No importa que hable alemán arquitecta muy egregia le preparo su ataúd así se oculte en la iglesia Ya entrando en materia ahora labora con Rafael a quien también me lo llevo a una tumba con laurel. No se me olvida un tal Mario a quien quiero abrazar en un blanco sudario que lo obligué adelgazar. No conozco a mucha gente que labora en este lugar pero a todos les deseo un sueño muy eternal.
>Durdain